(Reproducimos aquí el Post publicado en el blog de Religión digital el 2021, oct., 10 «https://www.religiondigital.org/convivencia_de_religiones/Zen-laico-ano-ignaciano_7_2386331345.html«)
Entre Murcia y Tokyo: Memoria del Maestro Kadowaki
12.10.2021 | Juan Masiá SJ
Entre Oriente y Occidente, vía Zoom, cruzamos el ecuador del año ignaciano coincidiendo con el tercer aniversario de la entrada del Maestro Zen P. Juan Kakichi Kadowaki SJ. en la Vida de la vida.
Las Jornadas sobre Zen y Ejercicios espirituales, patrocinadas en común por el Zendô Sincronía (en Murcia, Pedro Vidal) y el Seminario de Filosofía y Espiritualidad P. Kadowaki (en Tokyo, Juan Masiá SJ) se centraron en la obra del jesuita japonés integrador de la mística paulina e ignaciana con la tradición espiritual Zen: “Meditación y compasión con el cuerpo y espíritu enteros asentados en el Lugar del Espíritu de Vida”.
Las ponencias siguientes enfocaron desde tres ángulos el libro póstumo del homenajeado, Aliento de Vida y Luz del Camino. El Espíritu, intérprete de la Palabra: Aliento de Vida
1 Cómo tratar los Kôan y ser tratado por ellos.
En los Ejercicios espirituales del Zen laico recogemos el legado de los Maestros Kadowaki, Koyama e Itô sobre la asimilación de los Kôan, integrándolo con la búsqueda ignaciana de los Kôan del Espíritu por parte del Maestro Kadowaki, seguidor del Maestro laico Ômori Sôgen, en la línea del Zen de la escuela de Rinzai. Para el Principio y fundamento (Origen y raíz) y la contemplación para alcanzar amor (para ser alcanzado por el amor) los Kôan básicos son: “El Espíritu grita en nuestro espíritu: ¡Abba!” (Rom 8) y “Dar gracias siempre por todo sin quejarme de nada” (Ef 5, 20). (Ponencia de Pedro Vidal, Maestro Zen laico)
2 Despertar a la vida: caer en la cuenta de que “la Vida me vive”
El punto de partida es siempre salir de sí y del punto de vista del yo cerebral, superficial, razonador y egocéntrico, para “despertar a la realidad de la Vida que me vive y constituye el origen y raíz de mi yo profundo que vive siempre y en todo momento presente a la Vida eterna”. En los Ejercicios ignacianos esta es la corriente de vida que circula desde el “Fundamento” hasta la “Contemplación para alcanzar amor” pasando por el descubrimiento de la “Vida verdadera” que muestra el Aliento de Vida al hacerme reconocer en Jesús el Camino hacia la Luz de Abba, Fuente de la Vida. (Ponencia de Toshiro Oka SJ)
3 El hilo conductor de los Ejercicios ignacianos: ¿Qué dice y hace el Espíritu en nuestro espíritu cuando practicamos la meditación y la compasión?
Kadowaki no concibe la práctica de los Ejercicios ignacianos y su interpretación si no está atravesada desde el principio al fin por la escucha del Espíritu y articulada con el lenguaje del Espíritu. Los dos puntos estrella de la Segunda Semana: encuentro (llamamiento) con “el Camino” y discernimiento de los engaños y extravíos por “nuestros caminos”, se viven precisamente a la luz del Espíritu del Resucitado que hace reconocer a Jesús como Camino (1 Co 12, 3) y guía para descubrir los engaños que nos extravían, tanto cuando “pedimos señales” como cuando “buscamos saber”, sin poder comprender la “locura y la debilidad“ de una trascendencia anonadada (1 Co 1, 22-25) .
Si Kadowaki, tanto en su manera de acompañar a los ejercitantes como en su modo de interpretar el texto ignaciano (en su traducción al japonés, publicada en la colección clásica de la prestigiosa editorial Iwanami), es capaz de trasponer el meollo de los Ejercicios en lenguaje no necesariamente teísta, pero sin caer en ambigüedades monistas, es porque medita, piensa y habla el lenguaje de la vida en el Espíritu: “Ni dos separados, ni uno indiferenciado, sino dos en uno”, solía repetir el Maestro señalando el punto en que convergen la experiencia india de no-dualidad, el budismo Mahayana del Sutra del Loto y la espiritualidad cristiana, sobre todo paulina y joanea (Gal 2, 20: Vivo yo, ya no yo… Jn 14, 20: Abba en mí y yo en Él, yo en vosotros y vosotros en mí (Ponencia de J. Masiá, SJ).
El coloquio de la mesa redonda conclusiva giró en torno del tema paulino que sirve a Kadowaki para conjugar mística y hermenéutica más allá de los estereotipos sobre “pseudo-orientalismos exóticos” y “pseudo-occidentalismos racionalizadores”: la clave está en “interpretar espiritualmente -con el lenguaje del Espíritu- lo espiritual para personas espirituales” (1 Co 2, 13: pneumatikois pneumatiká synkrinontes).
El discipulado hispano-japonés del Maestro Kadowaki tiene acceso a su obra en ambas lenguas. Ver: Paulo no Seirei ni yoru Seisho Kaishaku (Hermenéutica espiritual paulina), Ed. Chisen, Tokyo, 2010; Aliento de Vida y Luz del Camino. El Espíritu, intérprete de la Palabra, San Pablo, Madrid, 2020. (Ver también la página web Zen laico. Escuela Zen Sincronía: https://www.sincroniazen.com/ https://www.sincroniazen.com/author/pedrovidal/)