La Mirada Interior es la esencia de la Práctica en la Meditación y Contemplación del Zaike-Zen (Zen Laico)
Mirada Interior para descubrir el tesoro que hay dentro de nosotros, cada persona tiene una cosa preciosa, pero no está consciente de ella.
El maestro Hakuin Ekaku (1686-1769) escribió un libro llamado Yasenkanna, y en este libro insistía que era necesario entregarse completamente a la Mirada Interior para profundizar y estabilizar nuestra consciencia, de esta forma poder experimentar el Satori o Despertar y poder llegar a nuestro mejor estado.
Hakuin decía que no solo se profundizará y estabilizará la consciencia, sino que se adquirirá el don de la Sabiduría y Discernimiento para solucionar todos los problemas o Kôan más difíciles, y aumentará la firme determinación en la práctica, experimentando gran alegría.
Hakuin dijo que al practicar este método de la Mirada Interior siendo constante, no solo nos podemos concentrar, profundizar y estabilizar la consciencia, sino que lo que antes parecía ser difícil, imposible, sin poder entender con la razón, se nos presentará con total claridad profundizándose cada vez más.
También dijo: “La Mirada Interior es el método para la gente común, no para los que casi sin esfuerzos llegan a la gran iluminación, este método no es para una élite o personas especiales y dotadas de gran inteligencia, es un método para los que tienen dudas e inquietudes. Los que son superiores se echarán a reír por este método de la Mirada Interior, Hakuin respetaba a estas personas superiores, pues este método es para sonreír, es algo de risa, porque ellos no tienen problemas. Este método es para el que no está tan elevado y tiene dudas”.
La esencia de la Meditación y Espiritualidad, no es recibir demasiadas teorías. Tengo que practicar, sin práctica no hay experiencia, y sin experiencia no hay Camino ni transformación.
MIRADA INTERIOR Y MAESTRO ITÔ EIZÔ
El Camino de madurez no es quedarme en la sola relajación, no es recibir palabras bonitas, no es tener una postura de Meditación determinada y muy especial. El Camino interior es un asentarme bien, y esto el maestro Itô Eizô lo expresó con mucha claridad y sencillez.
El maestro Itô Eizô resumió todo el Camino interior en dos etapas, es algo muy concreto que sirve para mí si soy un creyente o si no lo soy, sirve para un japonés, un budista, un cristiano. A través de la experiencia, es posible que pueda también vivir un tercer nivel.
El Maestro Itô Eizô divide en dos niveles esenciales el Camino Interior
PRIMER NIVEL: Llegar a estabilizar la consciencia
Pongo la consciencia debajo de mí mismo, y este poner la consciencia debajo de mí mismo, me ayuda especialmente para experimentar que soy polvo, y además para negarme a mí mismo, para ir al fondo de mí mismo distanciándome de mi ego, en donde deja de ser mi centro.
Llevo la atención/consciencia a la parte más baja de mi cuerpo, junto con la gravedad, dejo caer todo lo que soy y mi propia consciencia a la parte más baja del cuerpo; es como un volver al polvo, ser polvo.
No es estar con la consciencia debajo de mí sólo en Meditación, sino también en la vida cotidiana. Hay que volver a la tierra y no endiosarse.
El objetivo de este primer nivel es profundizar en dirección hacia mi Centro y estabilizar mi consciencia en el umbral o puerta de entrada de mi propio Centro.
SEGUNDO NIVEL: Romper el fondo y entrar en mi Centro
Romper el fondo de mí mismo para ir de lo limitado a lo ilimitado, pasar de mí al Tú. Se rompe o abre el umbral o puerta para entrar en mi propio Centro y esperar en la presencia del Camino. Entrar en el Centro de la actividad transformante del Camino.
Al profundizar en la paz del primer punto, la misma paz me lleva a la experiencia de que separado de la raíz, me seco y soy nada más que polvo y muero. No soy nada por mí mismo, mi ego no es nada.
Dice el maestro Itô Eizô: A menos que dé un paso más allá de la calma, nunca podré encontrar la paz verdadera, no hay otro lugar en el que yo pueda descansar como ser humano. Al romper el fondo de mí mismo, tendré la experiencia de que con mi propio entendimiento no es posible, pero no solo eso, sino que mi propio entendimiento se abrirá para comprender las palabras de Bankei e Ippen: ya no soy yo, sino el Gran Buda el que me hace comer, andar, dormir, respirar, etc.
O también lo que dijo san Pablo: Ya no soy yo, es Cristo el que vive en mí.
Todo el Zen del maestro Itô Eizô está encerrado en estas dos etapas.
Pero especialmente, los maestros Koyama, Kadowaki, Arao Arai y Morishima, añaden otro elemento, no solo la atención, sino también la Respiración Tanden del Aliento de Vida.
NIVEL TERCERO: Unión con el Camino para que mi alimento sea solo Aliento de Vida.