(Dedicado a: Salvador Sánchez Giménez, Sacerdote-Psicólogo – 1924~2020)

Hoy, aquí y ahora, todos nosotros como familia espiritual de Salvador, sabemos que esta gran muerte es un resucitar para volver a Casa con el Padre, Abba Papa

• Es un tiempo que se nos invita a nosotros a la transformación y cambio, no es un tiempo para estar tristes.
• Es un tiempo de preparación para la gran fiesta, esa gran fiesta es la Resurrección, el despertar, creemos y deseamos que sea un nacer de nuevo de Salvador a la verdadera libertad.
• Es un tiempo que se nos ofrece también a nosotros el poder iniciar un camino de encuentro con el Camino, la Verdad y la Vida, con Cristo/Dios, y su Espíritu Santo o Aliento de Vida, ese gran olvidado.
• Este es un tiempo muy especial de búsqueda y encuentro del Camino Verdadero y Vivo, pero que no depende de nuestras solas fuerzas, sino que es un don que solo el Espíritu de Verdad nos puede entregar para poder ayudar a otros.
• Es un tiempo de dejarnos acompañar por el Espíritu Santo o Aliento de Vida para caminar con fe/confianza, con esperanza y con amor, pues de esa manera podremos vencer todos los engaños que puedan presentarse en nuestra vida.
• Aprovechando este momento, también os quiero decir unas palabras, en realidad estas son palabras que fueron grabadas en mi carne por nuestro amigo del alma Salvador, que también quiso compartirlas con todos los que estamos aquí, pues él se sentía como padre espiritual con sus hijas e hijos espirituales:
• Os voy a hablar de lo que genera más unidad, el Amor, y allí donde está el Amor, allí está el Espíritu Santo y Verdad.
• Sed pacientes y bondadosos con otras personas, y entre vosotros.
• No envidéis las cualidades de otras personas. Amad a otros gratuitamente y en todo momento, y no les neguéis el amor aunque no satisfagan nuestros deseos.
• No seáis rudos ni egoístas ni os enojéis fácilmente.
• Por la mañana, en casa, y en el transporte hacia el trabajo, hacer ver a cada persona que son partícipes de vuestro gran Amor hacia ellos, porque ponemos en el Espíritu toda nuestra confianza.
• Todos los días sed mensajeros del Amor con palabras y obras.
• Cada día daros vosotros mismos, no os cambiéis por objetos regalados, así todos seremos enraizados y cimentados en el Amor del Espíritu.
• Que vuestro Amor sea sincero hacia todos.
• Si escucháis, vuestro Amor vivirá para siempre.
• Si Amáis, sólo un instante durará vuestro enojo, pero toda una vida vuestro Amor.
• Amar sin pedir nada a cambio.
• Si Amáis de verdad, no perjudicaréis a nadie.
• Amar con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma y con todas vuestras fuerzas, como Cristo/Camino nos amó primero, porque el que empezó su obra la terminará.
• Sed bondadosos y compasivos, lentos para la ira y llenos de Amor, y no castigar con el látigo de la indiferencia.
• Seguid Amando siempre de esa manera, sin saberlo hospedaréis a ángeles en vuestra casa y en vuestro corazón.
• Si Amáis, llenaréis vuestra casa de Amor.
• Como arcos, dejemos que la inclinación de nuestras vidas quede en manos del Espíritu, que es el Verdadero Arquero ofreciendo felicidad y Amor. Pues aunque el Amor Ama la flecha que vuela, Ama de igual modo al arco estable de donde parte la flecha.
• Recordad, que en este día, ahora mismo y aquí, el Aliento de Vida, el Espíritu de Verdad, si lo dejamos actuar, nos puede cubrir con sus alas, para hacer el milagro de convertirnos en fuentes vivas de Amor.
• Quiero y deseo que el encuentro con el Espíritu sea fuente viva de Amor, entonces el Amor que brota en todos nosotros no será roto por nada ni por nadie.

Murcia, a 9 de septiembre de 2020

Pedro Vidal