Sincronía-Zen

Escuela Zen Sincronía

SINCRONÍA es el nombre de nuestra Escuela de Meditación y Contemplación.

El símbolo de Sincronía

La flor representa la flor blanca de loto, abierta indicando la máxima realización de la persona, una persona madura que vive con un estado libre de consciencia.

El color verde expresa la esperanza y la vida.

El tallo de la flor representa la columna vertebral que sostiene la apertura de los pétalos del Corazón, un Corazón permisivo y tolerante, abierto a “lo que viene de Camino…”, un Corazón que es el mismo Centro de la persona.

Un tallo firme que representa la verticalidad de la columna vertebral bien asentada y enraizada en la Tierra.

Un tallo firme para vivir el momento actual, aquí y ahora mismo está la verdad y la respuesta a los problemas del ser humano.

Las olas representan el lugar desde dónde salen todos los seres vivientes, allí están incluidos los seres humanos.

Las olas van disminuyendo de tonalidad verdosa que representa el enraizamiento hacia el Centro de la Tierra.

Debajo de las olas se encuentra el nombre de Sincronía.

Sincronía significa sintonía, sincronía con el Camino en el tiempo y en el espacio de ahora y de aquí.

El color rojo de Sincronía expresa el fuego del Interior de la tierra, el Centro de la Tierra, lugar que da calor y fuerza a todo lo que hay en ella, no todo viene del sol y del aire, en el Centro de la Tierra está la fuente de vida.

La tierra representa el aquí y el ahora: “La Verdad está tal como está”.

Una tierra firme como una gran montaña, esa debe ser la posición para meditar y contemplar: Posición firme, estable, con dignidad, con el peso abajo.

También el color rojo representan los cimientos, “Alguien que te sostiene”.

La meta de la Meditación y la Contemplación debe ir dirigida a la unión entre los seres humanos y con la naturaleza, pero lo que va a posibilitar ese encuentro es la firme determinación de encontrarse con el Camino.

El color rojo representa también la respiración Tanden, fuente de todo movimiento en el ser humano, tanto del movimiento del pensamiento, del sentimiento y del cuerpo, es la fuente de la vida de la persona.